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LO QUE NO SE MIDE NO SE PUEDE MEJORAR

Lo normal en las empresas es hacer seguimiento de los resultados. La gran mayoría utilizan informes que se consultan a nivel de equipo directivo mensualmente. Otras incluso tienen cuadros de mando donde de forma gráfica pueden seguir la evolución de una forma más visual.

Rara es la ocasión donde estos resultados son accesibles a todos los colaboradores y que además tengan un formato fácil de interpretar. Esto hace que trabajen sin tener claro cómo están avanzando y cómo contribuyen al avance de la empresa generando cierta apatía en la forma de trabajar.
En este post se me gustaría compartir con vosotros un caso real que confeccionó uno de mis clientes a raíz de hacer un proceso de Desarrollo de Equipos de Alto Rendimiento. Se trabajó con todo el equipo para marcar objetivos siguiendo el formato SMARTER y luego, en diferentes sesiones grupales, les acompañé para que diseñaran el plan de acción para conseguir estos objetivos.

Una vez hecho esto les pedí que mostrasen los resultados que fuesen obteniendo de forma visible para el equipo y con una frecuencia suficiente como para poder hacer un buen seguimiento. Les dije que simplemente una pequeña pizarra donde se anotasen los resultados semanalmente podría servir.

Después de unas semanas, cuando regresé a hacer el seguimiento con ellos, me encontré que habían instalado sendas pantallas en las paredes de la oficina y del almacén con cuadros de mando que permitieron a todo el equipo hacer un fácil seguimiento, incluso en tiempo real, de la evolución de cada uno de los objetivos que se habían marcado.

Como he mencionado, muchas empresas emplean cuadros de mando, sin embargo en este caso la gran diferencia con otras empresas fueron los siguientes factores:

  • Se hizo visible en lugares frecuentados por el equipo
  • Fáciles de interpretar de forma muy visual
  • Se actualizaban en tiempo real
  • Se podían consultar tanto los resultados globales como los individuales

El efecto que produjo en el equipo fue potentísimo:

  • En todo momento eran conscientes de sus progresos
  • En caso de desviaciones podían tomar medidas antes de agravarse
  • Ver los avances motivaba al equipo a seguir trabajando así de bien
  • Eran más conscientes de su contribución a nivel individual en los resultados de la empresa

En definitiva, hicieron un excelente trabajo que tuvo un impacto importante tanto en la productividad como en el compromiso del equipo. De hecho actualmente siguen superándose año tras año con grandes resultados (¡Es un gran equipo, todo hay que decirlo!)

«Lo que no se define, no se puede medir. Lo que no se mide, no se puede mejorar. Lo que no se mejora se degrada siempre». Lord Kelvin (físico y matemático inglés de finales del XIX)

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